Yo vendo, tú vendes, él vende…

Ya sé ya sé…que crees que te voy a meter el rollo de que es mejor vender con inmobiliaria, de que entre particulares las cosas pueden salir mal…bla bla bla….¡¡pues sí!!…¡acertaste!, jajaja. Bueno rollo rollo, no te creas que lo es tanto. Porque vender una vivienda es algo muy delicado, de verdad, y si no está todo muy muy bien hecho puedes meterte en un lío, o llevarte un chasco.

Te voy a contar dos ejemplos sobre esto, aunque lee hasta el final, porque quizás esto no sea lo más relevante de todo….

Empecemos por un caso cercano que pasó hace poquito. Una pareja vino a la inmobiliaria porque, a punto de vender su chalet, después de varios meses en venta, y con las arras firmadas (y no voy a hablar de las firmas arras que vemos por ahí…), saltó en unos documentos que había una superficie que había que rectificar, con el consiguiente certificado del arquitecto e inscripción en el registro. Los compradores tenían urgencia de comprar y no podrían esperar a estos trámites. Perdieron la venta. ¿Qué hubiera pasado si en el primer momento hubieran contactado con nosotros?, pues lo primero, habíamos estudiado bien toooodos los documentos, y nos hubiéramos puesto en marcha rápidamente con los profesionales adecuados, para que esto hubiera estado listo rápidamente, habiendo podido los vendedores hacer la transacción sin problemas.

Otro caso chulo que contarte. Un señor tenía puesto un local en venta. No tenía muchas visitas y estaba desesperado. Nada más verlo se nos encendió la bombilla…hombre, este local se podría vender como vivienda si solicitamos al ayuntamiento la correspondiente licencia. Realizamos un proyecto de dos viviendas y el local se vendió al poquito por un precio mucho más alto del que se habría vendido como local.

No os voy a aburrir con más casos, pero hay muchos diferentes: cargas que no se entienden, titulares que no son los actuales, herencias complicadas, …muchos muchos líos.

Los agentes inmobiliarios no sólo somos visita-pisos, como os conté en el primer post. Realizamos anuncios decentes (¡por favor, particulares e inmobiliarias descuidadillas!!, una llamada a quitar la colección de peluches de las camas de las viviendas en venta, jejeje)…sabemos muchos “truquillos” para que estos anuncios se muevan, llevamos a cabo todo este estudio de documentación, sabemos qué gestiones hay que hacer y cómo hacerlas bien, ayudamos al comprador en financiación, realizamos presupuestos de reforma, etc….¿pero sabes lo más importante que pasa desapercibido por la mayoría de la gente que no nos conoce?…que a veces nuestra oficina inmobiliaria parece más una consulta del psicólogo…siiiii, las operaciones de este tipo son la mayoría de las veces muy muy estresantes, papeleos complicados, herederos que se tiran de los pelos, viviendas de parejas divorciadas que se llevan malamente, gestiones que hay que hacer con acelero porque si no la venta se cae…

La verdad, no llevarse en la cabeza a casa estas cosas de cada cliente es a veces complicado, detrás de cada vivienda que hay que preparar, vender al mejor precio y tiempo posible, etc., hay personas que necesitan esa venta o esa compra por una causa muy importante en sus vidas…y eso es lo que más nos lleva a hacerlo lo mejor posible.

¿Qué nos llevamos comisión? …nosotros lo llamamos honorarios 😉 hombre pues claro, es nuestro trabajo…vale que hay “comisiones” y “comisones”…bueno…tú si lo necesitas llámame, ya verás cómo en esta inmobiliaria son bastante razonables!!

¡Hasta pronto!

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